INTANGIBLES: Una exposición de arte… ¿sin obras de arte?

La muestra está formada por nueve instalaciones tecnológicas que usan diferentes técnicas. Se puede visitar en la Fundación Telefónica de Madrid hasta el 23 de febrero de 2020.

Nada sustituye al pincel, al brochazo, al cincel y al buril o al momento exacto en el que el obturador captura un instante de perfección. Vale, estamos todos de acuerdo. Pero estamos en el siglo XXI y eso significa que habrá ciertos cambios. No es lo mismo ver la Capilla Sixtina desde el interior que desde la Wikipedia, aunque ¿no te gustaría poder mirar cara a cara Dios en la pintura de Miguel Ángel como si fueras el Adán del fresco? ¿O pulsar un Mondrian? ¿O ver los pliegues que pintó María de Lempicka en tres dimensiones? Claro que sí, puede ser emocionante. Hay nuevas experiencias que conjugan la realidad plástica conocida con algo parecido al futuro. Eso es INTANGIBLES, una muestra sin obras físicas, palpables, pero donde se puede disfrutar de René Magritte o Juan Gris.

Esta exposición novedosa lo que busca es, ante todo, ser experimental, tanto en su planteamiento como en la idea de erigirse toda una experiencia para el visitante. Esto se llama design thinkingpero vamos, que si no quieres no lo llames así. Como juego de palabras esto último está muy bien, pero a ver, sin precipitarnos, porque ‘Intangibles’, que se podrá visitar en la tercera planta Espacio Fundación Telefónica de Madrid hasta el 23 de febrero de 2020, se basa en obras de la propia colección de la empresa. Wait: entonces, ¿dónde está la innovación? El formato, siempre el formato.

Realidad virtual (VR), fotogrametría, videomapping, 3D, desarrollo de software y tecnología de análisis de la imagen o el pintado digital son alguna de las técnicas que se han utilizado y muchos de los palabros que encontrarán quienes vayan a visitarla. Básicamente es una reinterpretación loquísima de grandes nombres de la historia del arte reciente como Eduardo Chillida, María Blanchard, Antoni Tàpies, Joaquín Torres García, Roberto Matta, Paul Delvaux o los ya mencionados Gris y Magritte.

De hecho, nadie debe ser tímido, porque en la muestra se busca que el visitante se introduzca en una escultura de Chillida, juegue con el cubismo de Gris o Blanchard o pintar automáticamente como Matta. ‘Intangibles’ busca hacer reflexionar sobre el avance tecnológico absoluto y sin vuelta atrás que hemos vivido de un tiempo a esta parte. Esto se dice mucho, también se dijo en la Revolución Industrial, pero se les da un voto de confianza, sobre todo porque trae más novedades, como que será una exposición global. Y cuando decimos global decimos desde una barbaridad de sitios.

Pero no como un gira, sino en tiempo real, puesto que, además de en la capital española, en Ciudad de México, Lima, Bogotá, Quito, Mar del Plata, Santiago de Chile y Montevideo se exhibirá de forma simultánea. Esta forma de jugar con el espacio-tiempo artístico se ve reforzado con el uso del Mapamundi Intangible, diseñado específicamente para la ocasión y que permitirá unir las experiencias, aunar los comentarios y compartir las sensaciones de los diversos públicos que recorran cualquiera de las ocho exposiciones, ya sea en España o América Latina.

Resumiendo: más que una exposición de arte sin obras de arte, digamos que no son lo que te viene a la mente cuando piensas en una obra de arte. Las formas clásicas de la cultura es imposible que desaparezcan porque forman parte del día a día y acabarán conviviendo con la tecnología sin quitarse espacio. Porque ¿acaso el arte no está en continua evolución y buscando nuevos métodos de sorpresa? ¿Nos acostumbraremos en algún momento a considerar el formato digital tan válido como el lienzo o el mármol? ¿Acabará este artículo con una pregunta retórica?