Arte

La renovación neotradicional nipona de Tenmyouya Hisashi

El Nihonga, la pintura clásica japonesa, ha recibido un impulso con la obra de este artista de Tokyo que busca renovar la tradición sin sacrificarla.

Nació en Tokyo en febrero de 1966 y al poco de trabajar como director de arte en un sello discográfico se dio cuenta de que su mundo estaba en la renovación, pero no de la música, sino del Nihonga (literalmente “Pinturas de estilo japonés”). Solo faltaba el cómo, pero en realidad solo tenía que hacer lo más lógico: continuar el legado.

Intertwining thought / 2009 / Acrílico y pan de oro sobre madera / 180×165cm

El estilo propio de Tenmyouya Hisashi

Tenmyouya Hisashi mezcló todas aquellas técnicas y modelos del Japón imperial –en realidad mucho más antiguas, pero se las nombró en la era Meiji (1868 – 1912) - y el resultado es el ‘Neo Nihonga’, como él mismo definió en 2001, una antítesis de aquella, ya que utiliza nuevos materiales como la pintura acrílica, al mismo tiempo que no disimula sus orígenes en la tradición clásica nipona.

Nue / Jun 2004 / Acrílico sobre madera / 150×119cm

Era un terreno alternativo que ha ido cultivando incluso para desarrollar el espíritu del Ukiyo-e, la técnica xilográfica de grabados que tanto se asocia mentalmente con la estampa japonesa y, sobre todo, con lo que Hisashi ha denominado desde 2010 ‘Basara’, una extensión de la belleza casi glamurosa de los elementos decorativos prototípicos, como pueden ser los samuráis.

Nine Kamakura Samurai / 2001 / Acrílico sobre madera / 59,8 × 42cm
Para-para Dancing (Great Empire of Japan) vs. Break-dancing (America) / 2001 / Acrílico sobre madera / 59,8 × 42cm
Kylin / 2004 / Acrílico sobre madera / 150×119cm

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