El ilustrador estadounidense crea atmósferas perfectas y cerradas que funcionan como cubrebocas
Se han propagado por Internet con motivo de la pandemia del coronavirus. Podríamos estar hablando de las fake news y las tramas conspiranoicas, pero no: nos referimos a los dibujos que Kit Layfield sube a su perfil de Instagram y que, como la mascarilla se ha convertido en una nueva prenda más que vestir, son un soplo de aire fresco… nunca mejor dicho.
El ilustrador de Filadelfia crea increíbles artilugios que no solo acaban tapando la parte inferior del rostro, sino que permiten respirar oxígeno puro gracias a sus atmósferas internas: collares que son peceras donde habitan seres mitológicos, selvas y enredaderas en el pelo, pequeños bonsáis que producen un ecosistema portátil… Todo lo imaginable para adornar los cubrebocas (obviando los actuales bordados o estampados más o menos acertados).
Mascarillas contra el Cambio Climático
El artista trabaja en estos microsistemas florecientes, como los han definido, por su preocupación en lo que él llama cambio climático digital. Este no solo le permite jugar y definir un estilo cimentado en el detallismo, sino que ayuda a sus fans a seguir su proceso al publicar también los bocetos sobre los que luego elabora el diseño definitivo de estas distopías excesivas, en la que la extravagancia está puesta al servicio de lo práctico y útil: diminutos paraísos artificiales que nunca conoceremos… o sí.
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